Más de 2000 personas se manifiestan en la Puerta del Sol para protestar por la muerte de Carlos Javier
Carlos Javier, 16 años, hijo único , murió el domingo, cuando acudía a manifestarse contra una manifestación xenófoba convocada por las ultras Juventudes de Democracia Nacional.
Se cruzó su deseo de un mundo sin diferencias de color, procedencias e injusticias con el cuchillo de un ser amoral, criminal, asesino arropado por una ideología excluyente de todo lo que es diferente a sí mismo. Sólo 16 años y ya materializaba su conciencia y su compromiso social. Me duele seguir hablando de este hijo que todos hemos perdido por la rabia alimentada por unos ideólogos políticos que deforman mentes y reclutan a peligrosos depravados ofreciéndoles espacio para desarrollar y vanagloriarse de su agresividad y violencia.
La extrema derecha se agrupa. Se está creciendo. Sólo hay que recorrer algunas de sus webs para comprobar el altísimo grado de violencia e incultura que desprenden los comentarios de sus miembros.
Todos tenemos que pedir perdón a la familia de Carlos Javier y a nosotros mismos por no saber, por no poder evitar que existan estos grupos fascistas.
Me uno al dolor de su familia y al de todos sus amigos y compañero. Solo queda decir como Martin Luther King : Yo tengo un sueño,(I have a dream) .
Se cruzó su deseo de un mundo sin diferencias de color, procedencias e injusticias con el cuchillo de un ser amoral, criminal, asesino arropado por una ideología excluyente de todo lo que es diferente a sí mismo. Sólo 16 años y ya materializaba su conciencia y su compromiso social. Me duele seguir hablando de este hijo que todos hemos perdido por la rabia alimentada por unos ideólogos políticos que deforman mentes y reclutan a peligrosos depravados ofreciéndoles espacio para desarrollar y vanagloriarse de su agresividad y violencia.
La extrema derecha se agrupa. Se está creciendo. Sólo hay que recorrer algunas de sus webs para comprobar el altísimo grado de violencia e incultura que desprenden los comentarios de sus miembros.
Todos tenemos que pedir perdón a la familia de Carlos Javier y a nosotros mismos por no saber, por no poder evitar que existan estos grupos fascistas.
Me uno al dolor de su familia y al de todos sus amigos y compañero. Solo queda decir como Martin Luther King : Yo tengo un sueño,(I have a dream) .